¿Y es que acaso vivir no lo es? …

Texto de la conferencia “Emprendedores de la era digital” compartida en el auditorio Fray Pablo García Escudero del campus de la Universidad de San Buenaventura, Medellín, el 11 de marzo de 2023.

¿Te has dado cuenta de que a veces todo parece diseñado para hacernos la vida difícil?

Despiertas en la mañana y la primera notificación que recibes en tu celular es una multa de tránsito por un documento vencido, desde ese momento todo tu día cambia. Corresponde ir a tramitar el nuevo papel y pagar la multa, es allí donde comienza la odisea, porque hay que hacer filas interminables, llamar a un conmutador, pedir una asistencia porque hay un error en lo que sea y cuando por fin piensas que la parte más difícil, será la más sencilla (que es cuando vamos a pagar …) ¡PUM! Sistema caído.

Es muy frustrante seguir un estilo de vida que nos mantiene hiper ocupados, hiper informados, hiper estresados.

Estamos frente a una situación muy grave y que tiene prácticamente colapsados los sistemas de salud. Hoy es difícil pensar que existe una familia donde no haya un adolescente que sufra de trastornos mentales. Según cifras de la BBC Mundo, solo en América Latina cerca de 16 millones de jóvenes entre 10 y 19 años viven con un algún tipo de trastorno mental, y quizá la cara más triste de esta realidad sea el suicidio, más de 10 adolescentes pierden la vida a causa de esto en nuestra región todos los días. Si nos detenemos un momento a pensarlo, esto es algo verdaderamente triste. Una realidad que nos puede tocar en cualquier instante.

Un niño que crece con un trastorno mental difícilmente será un adulto sano al 100% y es que para mí son circunstancias relacionadas, si esto le sucede a los niños y jóvenes, que esperamos del presente y el futuro, los adultos?… ¿Cómo nos están viendo nuestros padres, nuestros hijos, nuestros hermanos y amigos? ¿Inspirados en nuestras metas o aterrados de la realidad y en constante conflicto?

Si por cosas del destino, alguien llamara a una persona muy importante para ti y le preguntara si estás cumpliendo tus sueños, si cada día luchas por lo que te apasiona, si verdaderamente te encuentras trabajando por aquello que esperas conseguir en la vida … Crees que la respuesta sería un rotundo ¡Sí!?, o, por el contrario, diría con mucho amor, ahí va mi muchacho, ya consiguió trabajito, va saliendo adelante como puede mi muchacho…

Es hora de despertar a una nueva realidad en la que tomemos conciencia del maravilloso regalo que recibimos cada día al abrir nuestros ojos, y abordemos nuestra vida con mayor entusiasmo, un entusiasmo contagioso, ojalá más que el covid. Recientemente, escuché que los seres humanos vivimos dormidos ante nuestro destino, y que muchas personas mueren sin saber cuál era su propósito en la vida.

¿Pero como saber que vine a hacer al mundo si nadie me dijo?

Dentro de nuestro interior existe una voz que nos guía, algunos la llaman instinto, sexto sentido, corazonada, intuición, mi yo interior, o conciencia… Siempre nos habla, nos guía, es la voz de Dios en nuestro interior maravilloso, ¿Pero saben algo? Nos hemos vuelto expertos en ignorar esa voz.

Cada vez que elegimos aceptar condiciones menores a las que esperamos o nos esforzamos lo menos posible, cuando nos conformamos con lo que tenemos, cuando dejamos de lado nuestros sueños de lado porque son muy difíciles de alcanzar, o nos rendimos a media marcha, nuestra voz interior pierde fuerza y se debilita … Una especie de letargo se apodera de nuestra vida y activamos el piloto automático, vivimos solo con el mínimo, con lo necesario, distraídos completamente en el día a día, con el afán de la inmediatez, olvidando por completo que el tiempo corre y el futuro es el presente de hoy. Con el paso de los años, viene una mayor aceptación de los hechos, como un elefante encadenado, terminamos por creer que no podemos cambiar nada, ni siquiera nuestro propio destino. A esta realidad se le suman infinitas situaciones que parecen un clavo en el ataúd que nos entierra en vida, algunos de ellos son, la deuda, circunstancias adversas, problemas de salud, circunstancias políticas y las dificultades inherentes a la vida.

Te has dado cuenta, es ahora o nunca. ¿Estás listo para perseguir tu sueño?

Conmemoración del día del Negociador Internacional y el Contador Público, Universidad de San Buenaventura.

Este es el primer paso. Emprender es mantener una conexión interior con tu propio ser, un vínculo en el que no tenemos miedo de reconocernos tal como somos, ni reconocernos hasta ese lado oscuro que existe en nuestro interior, donde sentimos dudas de hacer las cosas, donde sentimos tristeza por el tiempo perdido, frustración por lo que esperábamos conseguir y no hemos tenido el valor de perseguir. La buena noticia es que este sacrificio conlleva una recompensa, ya que una vez determinas quien convives en la casa de tu ser, estás dispuesto a tomar las acciones necesarias para iniciar un cambio.

Emprender es un proceso de doble vía que surge desde nuestro interior, desde nuestra espiritualidad, conocimiento, y simultáneamente en la actividad empresarial que desarrollamos. Hay quienes deciden emprender en otras áreas, como empleados o independientes, como padres, esposos, hijos, ciudadanos, como profesionales o estudiantes, todos podemos ser emprendedores.

Erróneamente, se ha asociado emprender con alguien que monta una empresa para vender algo, y puede que en parte sea verdad, pero no del todo. Todos podemos ser emprendedores, porque un emprendedor es simplemente alguien que ve una oportunidad de hacer las cosas distintas para bien y lo hace, alguien que ve un recurso desaprovechado y lo optimiza, alguien que reconoce su capacidad para generar bienestar para sí mismo y su comunidad, alguien que toma un esfuerzo adicional para llegar más rápidamente a su objetivo.

 

No me pagues solo con dinero, ¡Por favor!

Alguien que solo recibe a cambio de su labor dinero, tiene el peor salario del mundo. Los seres humanos necesitamos emoción, necesitamos sentirnos vivos, realizados, retados, estimulados, como si aquello que hacemos fuera igual de importante que poner un satélite en el espacio. Esa es precisamente la vida diaria de un emprendedor, poner a prueba todas sus habilidades a diario es solo el comienzo.

Este es un designio natural, la semilla que crece bajo tierra sin que nadie la vea tiene un impulso natural a crecer; esa misma ambición está presente en ti ¡No la ignores! Tu presencia hoy aquí es fundamental para el resto de tu vida, si este mensaje ha llegado a tu interior no dejes de leer. Lo mejor está a continuación.

Cuando comencé mi carrera como emprendedor, un buen amigo me dijo que el emprendimiento es como la picadura de una abeja que, aunque te incomoda un instante, termina por reforzar tu sistema inmune. Y es que, ser un oficinista perpetuo no era el plan de nadie. Uno puede emprender dentro de las empresas, o fuera de ellas. Como empleados, se hace al buscar superar más allá de lo que se espera, las metas organizacionales que existan, o los indicadores que sea, se hace al buscar cambiar para bien el ambiente laboral de sus compañeros con sus acciones o plantear cambios al interior de la organización que tienen el potencial de hacerla crecer e incluso cambiar su rumbo por completo, ¿Te imaginas? Es un tipo de poder dormido que tú puedes despertar. Ante esas circunstancias existen dos posibilidades, que en tu empresa aprecien eso y te recompensen con reconocimientos, o te despidan. Así que sé cuidadoso, porque toda acción, como ya sabemos, tiene su reacción. En todo caso, el resultado para ti, será satisfactorio porque habrás escuchado tu voz interior.

“Para ser emprendedor hay que aprender a rebotar ante las caídas y tener fe de hierro”.

En mi experiencia como emprendedor, el día que renuncié a la empresa en la que estaba era una decisión que ya había tomado dos años atrás, dos años soñando con el día en que me iría, por fin, a la libertad. Ya saben, de ser tu propio jefe. Antes de irme no me quedaron objetivos por alcanzar, y no es por alardear, pero logramos construir un equipo comercial altamente eficiente, fuerte y muy unido que tuve la oportunidad de liderar, ganamos muchos reconocimientos, premios, incentivos y marcas que, aún hoy, están vigentes en dicha organización. Tanto así que justamente al anunciar mi partida me ofrecieron un mejor puesto, un salario más alto y la posibilidad de viajar. Sin embargo, decidí partir, esto lo hice no porque no quisiera ninguna de las cosas (que no estaban nada mal, por cierto), sino porque ya en mí estaba la fuerza necesaria para comenzar mi propio camino. Esa semana casi me arranco el pelo, la incertidumbre se apoderó de mí, pensaba juepucha, ¿yo que hice? Cambié la estabilidad de un empleo por la incertidumbre del nada, será que si voy ¿Aún me dan trabajo? Ja, ja, ja, fueron varias noches de insomnio. Aunque son muchas las anécdotas de esos días, hoy quisiera compartirte lo que descubrí.

Para poder seguir adelante con mi plan, debía crecer desde adentro para crear afuera la realidad que esperaba y puedo decirte con toda convicción que han sido los mejores seis años de mi vida, soy un hombre millonario en experiencias que me han enriquecido, soy el dueño de mi tiempo, tiempo que invierto en mi familia, en salir a caminar con mi perro, en deporte, en estudiar para construir lo que quiero y seguir aprendiendo. Nunca trabajo verdaderamente porque siempre estoy haciendo lo que me apasiona y construyendo con mis manos aquello que soñé, un sueño que hoy comparto con personas maravillosas a mí al rededor. Siento que con mis acciones estoy haciendo mejor la vida de las personas de una manera genuina y que de esta forma contribuyo al desarrollo de mi país.

Pero no puede haber confusión, que lo disfrute no quiere decir que sea perfecto. Hoy en día mantengo una comunicación continua con mi interior, porque para mí, ser emprendedor, implica aprender a rebotar ante las caídas, trabajar muy duro y a descansar bien cuando corresponde, a separar tus emociones personales de las laborales, y más que nada, a seguir siempre hacia adelante, a tener una fe de hierro que alimentas cada día de pequeñas victorias, de superar las frustraciones, a transformar los “no” en “sí” y aceptarlos cuando son definitivos, claro, mientras nos ingeniamos otra forma de conseguir el “sí” porque como emprendedores solo desistimos cuando se nos da la gana. Si me pidieras definir que es emprender para mí, sería precisamente eso. Ser consistente.

Si hoy tuviera que darte un mensaje sería emprende, emprende, emprende, los emprendedores no seguimos las reglas habituales, nosotros somos el “hack” a un sistema que no está diseñado para que existamos, pero que nos necesita.

Si mis palabras te han motivado y estás pensando ahora mismo en emprender, quiero que sepas que será un camino en gran medida solitario, en el que deberás ser tú mismo el gerente de tu sueño, así que hazlo lo mejor posible o ¡Despídete! Comienza, por algún lado, pero comienza. Poco a poco llegarán las visiones de lo que esperas conseguir de una forma tenue o borrosa, pero no te preocupes, serán suficiente para seguir luchando y poco a poco se hará más visible, casi palpable. Siempre que tengas dudas, trabaja, no te distraigas. Ante la incertidumbre busca nueva información, investiga; si sientes miedo, transformalo por emoción. Significa que estás creciendo y eso nos hace sentir un enorme vacío, ten fe de hierro porque la necesitarás.

Aquí van tres recomendaciones esenciales para los emprendedores “novatos” que estén por comenzar:

  1. Elige que creer: ante cualquier situación y posible resultado, elige creer con todas sus fuerzas que las cosas resultarán como esperas. Eso te mantendrá animado y enfocado en lo que deben estar. Claro que está, que previamente debes dar lo mejor de ti mismo, el máximo posible porque las cosas no llegan solas. Si el resultado no es el esperado, no hay tiempo que perder. A buscar una forma distinta de hacerlo, metele creatividad al asunto, piensa que no hay problemas absolutamente nuevos, alguien de seguro ya enfrentó una situación similar y encontró la solución, de lo contrario te corresponde a ti hacerlo.
  2. Sé consiente de la relación que llevas contigo mismo: ¿Hablas con un ganador o un perdedor? ¿Te das ánimo o golpes de pecho? Siempre que tengas dudas, recuerda esto: ante la depresión, enfoque. Ante la duda, trabajo, ante los miedos, fe. Nadie ha salido de un pozo cavando hacia abajo. Cuando te sientan así, es cuando más concentrados hay que estar, el universo recompensa estos actos de valentía con pequeñas pistas de hacia donde debemos dirigirnos.
  3. En la naturaleza nada crece si no se alimenta: en este cuento es igual, encuentra cosas que te motiven, tus propias rutinas y mantras, habrá gente que te abandone en el camino, pero también habrá personas increíbles que te seguirán a todos lados, incluso si mañana decides vender guacamole o equipo de construcción. Prepárate a diario, incluye a tu dieta digital, videos, canales, pódcast, lecturas, libros y consume todo el contenido que puedas para nutrir tu mente emprendedora, de allí saldrán las ideas necesarias para seguir caminando cada día.

El resultado inexorable de esta travesía será una vejez llena de satisfacción e historias de valentía, que te convertirán en el protagonista de la película de tu vida. Una en la cual, los demás se sientan inspirados por tu historia. Gracias por leer. No olvides compartirlo.

Desde el teclado de Julián Soto.